Uuummm mira que mejor me voy o me pegas la desidia...aahhh pero que grato a veces hace falta... y bueno tambien puede ser ocio creativo. shhhh salgo despacito para no hacerte mucho ruido. :)
Hojas del arbol caidas juguetes del viento son Las ilusiones perdidas ¡Ay! son hojas despendidas del arbol del corazón. Eso decia mi madre y me daba un coscorrón por recoger las hojas en el hueco de mi falda aunque enseñaba el calzón
"Si no hago el esfuerzo de cruzar el río de la frustración ahora que tengo la barca de la ocasión única y de la coyuntura oportuna, solo me queda ser engañada y que se me lleve el río". Tienes razón, no ha sido tanta.
¿Quién es esta Federica que a la edad de la sinrazón ya andaba enseñando el calzón?. ¿Quién a edad tan temprana busca entre las hojas aquellas que adormecen la razón y desatan la ira de una madre que asomada en el balcón ve a su hija abocada a la perdición?.
16 comentarios:
Uuummm mira que mejor me voy o me pegas la desidia...aahhh pero que grato a veces hace falta... y bueno tambien puede ser ocio creativo.
shhhh salgo despacito para no hacerte mucho ruido.
:)
De la desidia ha nacido un poema.
No será tanta entonces.
Me gusta.
Besos.
A veces conviene detenerse y parar, tomar un respiro... y continuar.
Desidia ?, no siempre es mala.
Mil besos Aniki, mi querida amiga.
Estar una tarde así, desganado, verlas pasar, si el cuerpo lo pide hay que darselo. Es medicina de santo, ya verás cuando haga efecto.
Abrazos.
La desidia que observa como el tiempo se va en el rastrillo y en el transcurrir de la vida.
Bella poesía, suena nostalgiosa.
Un beso y un gusto volver.
Daniel
Unas veces nos toca ser la flor de otoño, pero otras somos el loto que se mantiene a flote. Circunstancias, al fin y al cabo.
Me gusta. Un besazo Aniki.
Hojas del arbol caidas
juguetes del viento son
Las ilusiones perdidas
¡Ay! son hojas despendidas
del arbol del corazón.
Eso decia mi madre y me daba un coscorrón por recoger las hojas en el hueco de mi falda aunque enseñaba el calzón
Tranqui, Quetzalli, la desidia es pasajera y para nada contagiosa. Y a mí me dura poquito.
Un beso, amiga.
"Si no hago el esfuerzo de cruzar el río de la frustración ahora que tengo la barca de la ocasión única y de la coyuntura oportuna, solo me queda ser engañada y que se me lleve el río".
Tienes razón, no ha sido tanta.
Un beso enorme, TORO.
Ya sé que un poco de desidia no es mala, J.eMe., pero no va conmigo, soy demasiado inquieta, y lo de hibernar no me va (jajajaja).
Gracias, amigo.
Besossss.
José Antonio, mi desidia se puede comparar con una exhalación (¿no es eso un haiku?).
Besosssss. Aniki.
Hola, Daniel. Me alegra leerte de nuevo.
Besosss. Aniki.
Manuel, qué bellas palabras las tuyas, y muy ciertas.
Un beso enorme. Aniki.
¿Quién es esta Federica que a la edad de la sinrazón ya andaba enseñando el calzón?. ¿Quién a edad tan temprana busca entre las hojas aquellas que adormecen la razón y desatan la ira de una madre que asomada en el balcón ve a su hija abocada a la perdición?.
Besossss. Aniki.
¡¡WOW....me encanta!!.
Con tu permiso me hago seguidor de este blog y gran trabajo.
Enhorabuena y un saludo.
Bienvenido, Khaos, para mí es un placer tenerte por aquí. Gracias.
Besossss. Aniki.
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