La mañana del último día, Helena salió de casa a la nueve y media vestida con un sencillo chandal azul y su mochila de deporte. Eric rezó para que su esposa cruzara la calle y entrara en el Club Deportivo. –Vamos, Helena, cruza la calle y dime que estoy equivocado. Dime que tu profesora de natación se ha equivocado al decirme que llevas meses sin asistir a sus clases –rogó en silencio. Pero hay mañanas en las que Dios se empeña en hacer como que no existe. Y aquella mañana, Helena no cruzó la calle. Paró un taxi y desapareció. Eric permaneció un rato inmóvil, con la mirada perdida. Era evidente que su esposa tenía un amante. Pasados unos minutos, pidió la cuenta y abandonó la cafetería.
Helena volvió a casa sobre la una y media. –Cada vez me demoro más –se recriminó. Desde que había conocido a Roberto, se sentía diferente. Hasta entonces, se había resignado a cierta clase de vida y luego, por razones totalmente oscuras para ella, aquel simpático hombre había caído ante ella, descendiendo de otro mundo como un ángel. Ella no hablaba solamente de sexualidad ni de deseo, sino de un espectacular derrumbe de muros interiores, de un terremoto en el corazón de su soledad. Sumida en sus propios pensamientos no se percató de la presencia de Eric, que apoyado en el marco de la puerta de la cocina la contemplaba en silencio. -¿Cómo te ha ido hoy en la piscina? –preguntó. La voz de su esposo la sobresaltó, pero lo que más la asustó fue el tono poco habitual de melancolía. De repente, Helena sintió una punzada de dolor que le atravesó el corazón. –Bien, cariño, muy bien. Hoy me han dicho que ya soy una excelente nadadora y que ya no necesitaré más clases –respondió Helena, al borde de las lágrimas. Y en ese momento, Eric comprendió que prefería mil veces que una mentira le rompiera el corazón antes que una verdad le destrozara la vida. Se acercó a su esposa y la abrazó.
Aniki
Helena volvió a casa sobre la una y media. –Cada vez me demoro más –se recriminó. Desde que había conocido a Roberto, se sentía diferente. Hasta entonces, se había resignado a cierta clase de vida y luego, por razones totalmente oscuras para ella, aquel simpático hombre había caído ante ella, descendiendo de otro mundo como un ángel. Ella no hablaba solamente de sexualidad ni de deseo, sino de un espectacular derrumbe de muros interiores, de un terremoto en el corazón de su soledad. Sumida en sus propios pensamientos no se percató de la presencia de Eric, que apoyado en el marco de la puerta de la cocina la contemplaba en silencio. -¿Cómo te ha ido hoy en la piscina? –preguntó. La voz de su esposo la sobresaltó, pero lo que más la asustó fue el tono poco habitual de melancolía. De repente, Helena sintió una punzada de dolor que le atravesó el corazón. –Bien, cariño, muy bien. Hoy me han dicho que ya soy una excelente nadadora y que ya no necesitaré más clases –respondió Helena, al borde de las lágrimas. Y en ese momento, Eric comprendió que prefería mil veces que una mentira le rompiera el corazón antes que una verdad le destrozara la vida. Se acercó a su esposa y la abrazó.
Aniki
54 comentarios:
Felicidades, muy buen escrito! Un beso.
pobre roberto, cómo habrá quedado...hecho trizas...
no piensan ni despedirse de él..
El que volcó todos sus sentimientos en una mujer que no se sentía comprendida en su matrimonio. A no ser que su marido temiera perderla y recapacitara..
salud
Roberto se ahogó en la distancia.
Besos.
Pues, querida Aniki, te ha quedado fabulosamente bien.
Aquellas clasess de natación perdidas, sirivieron para algo, ahora sera Roberto el que se quede en el fondo de la piscina, ¿o no? je,je
Besos.
Me gustan los finales felices, a veces son necesarios. Muy buen relato. Un abrazo.
¡Muy bien escrito el texto!
Lo único, que yo no veo final feliz. No entiendo que resignarse sea un final feliz.
Otra cosa es que él la perdona y ella decida seguir con Enric, que no me ha quedado claro que eso sea así.
¡Un besazo!
Lo primero, felicitarte por tu relato.
Lo segundo, me he quedado pasmada leyendo tu relato, Aniki ¿por qué? Porque conozco un caso como el que cuentas (piscina incluida) pero con un divorcio como final. ¡Casualidades de la ficción y la realidad!
Bss y buen lunes.
Creo que en la cruda realidad es más difícil para un hombre perdonar una infidelidad, no sé si es cuestión de orgullo, de genes o de qué, pero es asi.
Genial, como siempre.
De alguna manera estoy con marikosan: cuando el motivo de una separación es una infidelidad manifiesta (yo creo que por cualquiera de las partes, más o menos y con diferencias de matices, pero viene a ser lo mismo), la reconciliación es prácticamente imposible. Y si la hay y es sincera, es que la infidelidad no fue en modo alguno la causa de esa separación (puede deberse a tantas cosas).
La cosa suele ir así y, como han dicho antes, serán los genes o alguna cosa parecida.
Relato soberbio. Un beso, Ani
Querida Aniki:
Has tratado el tema de la infidelidad (me da igual que sea femenina o masculina) con una elegancia en el desarrollo de los hechos y un estilo exquisito.
Tu relato emociona por el motivo de que está sustentado por un inmenso amor a pesar de la infidelidad. Ojalá que en la vida real las consecuencias de una infidelidad se llevaran de la forma tan civilizada que has plasmado en tu relato, que me ha parecido hermosa, muy hermosa.
Mi más sincera felicitación (el reto que te hicieron, en mi opinión, está superado con creces).
Un beso
Un relato sensible. Ojalá todas las infidelidades se llevaran tan bien...
Besos, Aniki.
He oído por ahí que hay hombres y mujeres que pueden vivir con una pareja infiel; me parcen seres con poca autoestima, faltos de dignidad y que por ello seguirán sufriendo de las infidelidades sin remedio; porque ¿qué podría hacer respetar a los ifieles si tienen tácito el consentimiento? Un gran abrazo
Para ser infiel hacen falta dos (generalmente uno de género masculino y otro femenino).
Excelente relato, como todos los que te he leído.
Besos
Enternecedor, termina fabuloso, en las cosas del corazón, soy de los que le gustan los finales felices.
Un beso
Fantástico, Aniki, tu relato me ha recordado a Flaubert, porque si invertimos los papeles...siempre es lo mismo. Madame Bovary actua como un hombre y su marido como cualquier mujer...
Me ha encantado por la sutileza, porque si somos almas libres (decía Gustave Flaubert, Madame Bovary soy yo) todos tenemos que luchar por conseguir a la persona que queremos tener a nuestro lado, pero siempre, siempre LIBREMENTE.
Besos.
Cuando todo arde, mi Señora,... o se es fuego,... o se es bombero,... a cada cual le toca asumir su rol.
Que lindos tus relatos. Cada vez me gustan más.
Saludos.
Buen relato y extrañamente sorprendente final feliz. El perdón no siempre es tan fácil, pero el amor lo puede conseguir.
Besos.
Has tocado el tema de forma inteligente, pero un tanto alejado de la realidad. Muy bien escrito.
Saludos
Està muy bien escrito.
En cuanto a los cuernos, si los cuernos fuesen flores, mi barrio serìa un jardìn.
Un abrazo.
A mi me ha causado una gran ternura.
Creo que lo has escrito delicadamente suave, delicado y tierno, infidelidad femenina o no.
Besotes y feliz semana.
Como dices, ha tenido un final feliz. Me ha gustado mucho.
Saludos.
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En mi opinión el final no es feliz ni mucho menos.
Valentía, es lo que le falta a la protagonista de tu relato.
Valentia para atreverse a ser ella misma y tomar las riendas de su vida.
Creo que el final era previsible.
(Como siempre, un placer leerte)
Saludos.
Encantado de que hayas encontrado mi blog para así poder haberte leido, muy bueno el post, intenso y posiblemente muy cierto.
Un abrazo y espero poder seguir leyéndote mucho tiempo
Ella volvió y el fué su puerto.
Me llegaste.
Estupendo relato. Detalles, tiempos, ambientes y sensaciones con esa mezcla de incertidumbre y amor. Confusiones que en definitiva atan a lo seguro.
Mis felicitaciones y mi saludo.
El relato ha sido estupendo. Ojalá todas las historias de infidelidades, especialmente las femeninas, tuvieran este final feliz guiado por la inteligencia emocional y el corazón.
Un beso
Pos mira tien un cosa de triste, pero es berdaz. Ay beces que una xica nesecita otos hombes pa sentiser muher, poque las relasiones de pareja son si fueriesn vias de tren ala to resto pa lante y siempre higual. Es necesita alguna estasión en la via pa vajar a estirar las piennas.
Miraque yo aora estoi de luna de miel con mi marques que ponto tendra 80 anos y tan feliz. Se peocupa de que no me falte nada de nada saves. Ahora nos bamos de viaje de novios a Tanzania himagina el pais de Tanzan ayi tos los xicos ban con taparabos y viajan colgaos de cuerdas osease como el Bus pero sin ir pretos.
Vueno que El marques ma dit xiqueta Que el es mol balençia si taparece un tanzan y ta petese dea un vije colga de una cuerda tu lo hases. Hay dio colgada de una cuerda que cosas pa una ventura amorosa. Bueno pos eso que si me sale mi tanzan que vaya un rato conel que el me asperara.
Es que mi marques me quiere olleee que me quiere...
Federica
todo arde si le aplicas la chispa adecuada, decía la canción. en este caso parece que la chispa no fue lo suficientemente incendiaria. ahora sólo falta que ese bosque seco reverdezca, sin peligro de las llamas.
Es curioso lo insolidario que es con la mujer el tratamiento de determinados aspectos.
En un curso que hice hace muy poco sobre técnicas de creatividad te exponían un taller práctico a juzgar y resolver sobre una historia de infidelidad femenina, en la que ella acababa muerta en manos de un psicópata.
...De entrada ya no empezamos con buen pie.
Hay veces en que un cambio radical también puede tener un final feliz...
Te seguí desde la casita del Toro y me encantó tu post.
Pasaré seguido
Beso
¡Cómo desearía que los casos de infidelidades, desencuentros, peleas y discusiones de pareja se terminaran así! Me ha maravillado como lo has contado y el final me ha sorprendido, no lo esperaba. Quizás así deba ser, poner el amor por encima de todo.
Un saludo.
La profesora de natación es una indiscreta que posiblemente ha destrozado tres vidas.
Besos
Estoy con Javir. Mejor se hubiera metido en su vida la profe de natación...
Tu relato tiene un bello final.
PD: a mi tampoco me trataron tan bien...Besos.
Puedes serme infiel cuantas veces quieras, cari.
Te perdonaré siempre.
Besitos
Puede que una aventura sea como dice Federica un vuelo colagado de una liana. No tiene nada de malo si se sabe caer con los pies en tierra.
¿Quien no ha soñado una aventura fuera de la pareja?
Quien no ha sobrevolado un nido ajeno...
Darío
Un magnífico relato.
Intimista, con una prosa ágil y equilibrada.
Besos.
sorprendente, como la entonación a la hora de formular una pregunta, puede cambiar el destino.
precioso, besos.
Acabo de conocer tu blog y la imagen que lo encabeza la he interpretado como de elegancia, he pensado: "ella debe escribir con gusto". Y al leer esta primera entrada he corroborado esa primera impresión. Imagino que la persona que elige la foto es capaz de elegir las palabras para expresarse con la misma exquisitez. Y alabo en todo el relato el tono sencillo, porque la vida es así, porque no controlamos todo, porque hay cosas que a veces pasan en mitad del amor, en mitad de lo roto, inesperadamente, y traen dolor para todos, no solo la visceralidad lógica y habitual en las infidelidades. En fin, disculpa la parrafada, pero quería contarte mis primeras sensaciones al entrar aquí por primera -espero que no última- vez. Un abrazo!
Buen escrito, preciosa foto, pero creo que cada vez pide mas la vida cambiar los tipos de relación para no sentirnos traicionados. Mas libertad para ambos, aunque desde mi punto de vista la infidelidad masculina es algo mas sexual por lo general, encambio la femenina es mas de porque la relación se acabo ya y buscan otra persona.
en mi modesta opinión
http://dalecalor.blogspot.com
Siempre es un placer pasar por tu casa, disculpa la ausencia,
deseo pases unas felices fiestas
de semana santa.
un abrazo.
Ella decidió en el último momento todo, ¿por pena o por amor?
Qué difícil es el amor y qué bien lo describes siempre, te adentras muy bien en los sentimientos de las personas.
Besos y felices días para ti Aniki.
Que gran publicación Aniki.
Paz y bien
Muy buen relato. Cada lágima encuentra una sonrisa.
Un beso
Un cuento que es una ternura, sin apasionamientos de ninguna índole, sólo con el amor que no se ciega ante una caída.
Bellísimo, Aniki.
Un beso grande.
muy buen relato
Me gusta el final. El amor genuino no solo perdona, olvida.
Un saludo
Sí, es una infidelidad femenina- que las hay- pero observo que justificamos en cierto modo su sentido, al no hablar tan solo de sexualidad o deseo...
Siempre abogo por la igualdad.Me gusta el leerte.
Hola, casi un mes sin saber de tí, se te echa de menos
Un beso
Hola Aniki, se te echa de menos.
Buen fin de semana.
Besos.
Toc, toc, estás?
Un petó, Ani
Me gustan los finales felices :), me has recordado una frase : "prefiero discutir contigo que hacer el amor con otro"
Buenísimo!
Un abrazo cielo, te deseo un finde relindo¡
Siempre la poetisa le imprimes una aureola romántica a éste soberbio relato.
Qué buen final.
El tal Roberto queda bien servido por tomar lo que no es suyo.
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