La mujer estaba sentada al borde de una oxidada cama de metal. Era de una belleza exquisita que contrastaba vivamente con la dureza de las otras mujeres de la calle. El hombre la observaba en silencio mientras extraía de su cartera el dinero acordado. La mujer contó los billetes antes de guardarlos en su bolso.
Ella era un caso perdido, y aunque algunas veces se sentía apeada de la vida, derrotada y sin esperanzas, otras, se veía a sí misma muy lejos de esas calles sin nombre, pero él… El no era un hombre desesperado, él era la desesperación misma. Un hombre con alma y mente, apuesto y con dinero, y… Y todo inútil, porque tenía el corazón muerto.
-Date prisa –ordenó el hombre-. Estoy empezando a hartarme de ti y de que me mires con aire compasivo. No eres más que una puta –exclamó, enfurecido-. Una puta muy cara, por cierto –agregó, mirando su reloj.
La mujer montó a horcajadas sobre él y fue moviendo las caderas a ritmo lento y en círculos.
-Yo sé lo que soy –respondió ella, sin dejar de moverse. Y también sé por qué estoy aquí, pero tú… ¿Te has preguntado alguna vez por qué vienes una y otra vez? –preguntó ella suavemente.
El hombre cerró los ojos y no respondió. Ambos conocían la respuesta. Aquella mujer era la viva imagen de su difunta esposa; el cabello largo y sedoso; unos ojos oscuros y profundos; la piel blanca como la nieve…
La primera vez que la vio quedó totalmente hechizado, y desde entonces, aquella puta se había convertido en su consuelo, y sin embargo, en ocasiones, la detestaba. Las pocas veces que habían mantenido una conversación, ella se había mostrado compasiva y amable con él, pero a los pocos minutos la sorprendía con la cabeza vuelta hacia la ventana y con la mirada puesta en las estrellas, como si sólo ellas pudieran salvarla de su propio infierno.
De repente tuvo la extraña sensación de que el peso de aquella mujer acabaría matándolo, y la empujó a un lado. Ella lo miró a los ojos y sonrió.
-¿Cuándo comprenderás que yo no soy ella? –le preguntó.
El hombre cogió sus ropas y se vistió en silencio.
-Cuando comprendes, la realidad depende de ti. Cuando no comprendes, eres tú quien depende de la realidad, y cuando dependes de la realidad, todo es falso –dijo ella.
Cuando salió a la calle, el hombre alzó la mirada, y por un momento tuvo la extraña impresión de que hasta las estrellas se habían extinguido.
Aniki
Ella era un caso perdido, y aunque algunas veces se sentía apeada de la vida, derrotada y sin esperanzas, otras, se veía a sí misma muy lejos de esas calles sin nombre, pero él… El no era un hombre desesperado, él era la desesperación misma. Un hombre con alma y mente, apuesto y con dinero, y… Y todo inútil, porque tenía el corazón muerto.
-Date prisa –ordenó el hombre-. Estoy empezando a hartarme de ti y de que me mires con aire compasivo. No eres más que una puta –exclamó, enfurecido-. Una puta muy cara, por cierto –agregó, mirando su reloj.
La mujer montó a horcajadas sobre él y fue moviendo las caderas a ritmo lento y en círculos.
-Yo sé lo que soy –respondió ella, sin dejar de moverse. Y también sé por qué estoy aquí, pero tú… ¿Te has preguntado alguna vez por qué vienes una y otra vez? –preguntó ella suavemente.
El hombre cerró los ojos y no respondió. Ambos conocían la respuesta. Aquella mujer era la viva imagen de su difunta esposa; el cabello largo y sedoso; unos ojos oscuros y profundos; la piel blanca como la nieve…
La primera vez que la vio quedó totalmente hechizado, y desde entonces, aquella puta se había convertido en su consuelo, y sin embargo, en ocasiones, la detestaba. Las pocas veces que habían mantenido una conversación, ella se había mostrado compasiva y amable con él, pero a los pocos minutos la sorprendía con la cabeza vuelta hacia la ventana y con la mirada puesta en las estrellas, como si sólo ellas pudieran salvarla de su propio infierno.
De repente tuvo la extraña sensación de que el peso de aquella mujer acabaría matándolo, y la empujó a un lado. Ella lo miró a los ojos y sonrió.
-¿Cuándo comprenderás que yo no soy ella? –le preguntó.
El hombre cogió sus ropas y se vistió en silencio.
-Cuando comprendes, la realidad depende de ti. Cuando no comprendes, eres tú quien depende de la realidad, y cuando dependes de la realidad, todo es falso –dijo ella.
Cuando salió a la calle, el hombre alzó la mirada, y por un momento tuvo la extraña impresión de que hasta las estrellas se habían extinguido.
Aniki
48 comentarios:
Es muy 'Vértigo'.
Se pronuncien o no las estrellas.
Abrazos de insomnio.
Amazing photograph. You have a gift.
So nice. Thanks for sharing.
xo,
Rick
Ya era hora que su alteza tomase otra ves la pluma... Luego sigo
Ese hombre llora mucho, y se moja más que ella bajo la lluvia...
El hombre está maldito.
Muerto en vida.
Su obsesión lo estrellará una y otra vez contra lo imposible.
Murió ella y se llevó también la vida de él.
Besos.
Pero hay que seguir adelante...
Una obsesión sin final...
Un saludo.
http://areku-desingblog.blogspot.com/
http://www.brushartdesigns.es/
Pobre hombre...
Y muy buen post!
Un abrazo!!!
me gusto mucho el relato, creo que está muy bien conseguida la relación entre los protagonistas pero me sobra la última frase de ella, tal vez porque se me hace difícil de entender y entonces me retrasa el final... pero en fin, es sólo una cuestión subjetiva.
biquiños,
la muerte es una de las pocas certezas que tenemos. aunque a veces nos cueste la vida comprenderla. precioso relato.
La realidad es un monstruo del que huir es como salir del esperpento cotidiano en el que nos hallamos encerrados.
Besos, Aniki.
Uf, tremendo relato, muy bien escrito.
Eso de la realidad en función de la comprensión que se tiene de ella, me resulta un tanto enrevesado, quiero decir que no acaba de cuadrar demasiado con la atmósfera del resto del post.
Pero genial, como siempre.
Un petó
Se echaba ya de menos tus relatos, Aniki.
El final de tu relato, esas frases en cursiva (¿de qué autor son?), sintetizan claramente la "moraleja" del relato y el comentario que pensaba hacerte.
Comprender es básico para aprehender la realidad. La tolerancia, en este caso con uno mismo, es un instrumento clave para esa comprensión. Cuando no entiendes lo que te rodea, ni ganas tienes de entenderlo , es cuando se produce lo que tan acertadamente relatas: dependes de la realidad, se te va de las manos, todo es falso, enarbolas la peligrosa bandera de la negación absoluta.
Genial el relato, Aniki.
Un beso y me alegro de tu regreso.
Esas búsquedas infructuosas que solo llenan de vacíos. Tenerlo todo y no tener nada y visceversa. Muy bien contado. Saludos.
Hola, Jordi...
Muchas veces utilizamos la expresión "una noche sin estrellas", y sin embargo, es una afirmación totalmente falsa e irreal, pues las estrellas están ahí, otra cosa es que las nubes no nos permitan verlas. Cuando comprendes, la realidad depende de ti, cuando no comprendes, eres tú quien depende de la realidad, y la realidad es que no puedes ver las estrellas, pero no por ello podemos negar su existencia. Bueno, lo dejo aquí porque me lío sola jajajaja.
Además, si lees el comentario dejado por Marisa, te resultará más fácil comprender el significado del texto. Marisa es una excelente persona, sensible con los fondos, pero firme con las formas. Visítala y te llevarás algo más que palabras.
Besossss.
Ah, pues ahora ya lo entiendo mejor. Gracias, a Marisa por su excelente explicación y a ti misma. Ahora lo releo.
Un saludo a las dos!
Aniki, me encanto tu relato.
Un corazón muerto, siempre huye de su propia realidad. El desearía que su corazón siguiera latiendo, pero probablemente su esposa al morir, se lo arranco para llevarselo con ella.
Besos.
volverá
... y todo su consuelo es acostarse con ella? no intentará conocerla?
triste sustituto de una mujer a la q quiso mucho (o dicho de otra forma, el hombre es tan idiota como digno de lástima)
saludos desde noruega (MVH)
Buen relato.
Hay fantasmas que ni las estrellas comprenden.
Un abrazo.
Triste, la realidad se ve se no se quiere ver. Así de simple. Buen relato.
Besos.
Es triste, pero tal vez no buscaba la realidad, sino seguir dependiendo de ella.
Abrazos
Relato magnífico. Yo mismo odio la realidad, pero es el único sitio que se puede comer un buen filete.
Excelente relato aderezado con un toque mágico.
Un abrazo
Maravilloso relato, en especial el fragmento en cursiva. Resume, para mí, como afrontamos la vida y las situaciones.
Un saludo.
Compensó la espera, sin duda.
Un saludo
¡Woo! genial tu relato. Una vida vivida en el recuerdo, vacía, sin querer entender la realidad del presente.
Un enorme abrazo Aniki
Sobrellevar una vida luego de la pérdida, no hace más que hundirnos en un profundo pozo.
Un saludo.
¿Cómo se puede vivir tan ausente de uno mismo o de lo que te rodea y construirse esa realidad paralela que no te deja ver la verdad?
Creo que te ha quedado estupendo y sangrante, me ha encantado.
Un fuerte besote.
A veces vale la pena esperar. Está claro que en este caso ha ocurrido así. Excelente, sin palabras. Un abrazo
Gran tema, extrañaba volver a leer algo tuyo Aniki. Felicidades
Besos.
Pos anda que no es fazil ese tio. Una ginetera se lo sepilla en un pis pas y como nuebo. Pos no es cagueta el menda con eso de la muerta. Andaaaaaaaaa ya que royo tio, si eso noselocre nadie. Pos no abre bisto yo tipos que pa ponerse en marcha te contavan el rollo del viudo. Handa anda donde bamosa a parar. Por casa de mami benia uno de esos que siempre vuscaba a su mujer muerta. Te digo nena excuzas de mal follao.
Deseguro que le ace un birmano tacuerdas que te enseñe como se hace con la tia esa que se fumava un puro con el chichi? Pos eso que lace un birmano igual que su mujer
Que jodio ese lo que quería era una tortilla de patata y sefolla como la de su difunta. Total mas solo y reprimido que un es halcalde sozialista si lo savre yo.
Besos
Federica.
Lo tiene pillado, y no sabe si lo ha pillado la vida o la muerte.
Muy bueno.Un saludo.
Besos y gracias !!!
Un relato que te hace pensar que buscar algo que se parezca a lo que tuviste,es imposible que sea idéntico, y no ser capaz de reconocerlo solo te puede hacer tener uno y mil desengaño,o seguir una rutina que no te llena, ni eres capaz de dar algo de ti pero siempre exiges que te contenten los demás como si fuera tus esclavos ,cuando el mayor esclavo es el mismo por querer encontrar lo que ya perdió y nunca volverá a ser y a sentir lo que sintió.
Por eso esta bien imaginar pero hay que pisar el suelo de vez en cuando porque sino cada vez te elevas más hasta desaparecer,dejando el cuerpo aquí pero tus sentimientos y sentidos están a mil estrellas de aquí.
muchas gracias por pasarte y opinar en mi blog.
Hay realidades que se quieren esconder detrás de ilusiones vanas, pero siempre afloran, porque nadie puede vivir continuamente en la ignorancia de la vida...
Un texto triste y reflexivo, Aniki, uno que inexorablemente nos deja pensando.
Besos y buen finde :)
Inquietante relato, un grato placer
pasar por tu casa.
Te dejo mis saludos y deseo
tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.
querida Aniki escribes de puta madre...y lo mejor, dejas que te leamos.
un beso
Nada es más frustrante que la realidad.
Siempre es un placer leerte.
Un abrazo
No siempre estamos dispuestos a comprender la realidad; es demasiado dura en ocasiones; algunos viviran siempre entre fantasmas... ojala q de vez en cuando aparezca alguna estrella.
Este señor debería asumir de una vez que su esposa ya no está y comenzar de nuevo. ¿Que consigue yendo con una puta que según él le recuerda a su mujer? Por mucho que quiera convencerse, una no es la otra.
Bss
Este señor debería asumir de una vez que su esposa ya no está y comenzar de nuevo. ¿Que consigue yendo con una puta que según él le recuerda a su mujer? Por mucho que quiera convencerse, una no es la otra.
Bss
Excepcional!!!!!!
Vemos la realidad que queremos ver, cada vez estoy más convencido.
Hace tiempo que aplico una actitud y no me va mal: Siempre adelante y con toda la caja (la torácica y la que cargues). Funciona.
Preciosas imagenes...
el pasado siempre ciñendo el presente, encorsetándonos
Celebro tu mecánica fabular. Sin adornos ni maquillajes. Todo el relato franco y rudo frente al lector.
Un abrazo.
tu relato me emocionó demasiado
escribis muy bien, duele, un poco
un saludo cordial
claudia
En conjunción maravillosa con tu línea poética.
Tu estilo es lo que sobresale.
El hombre por otro lado se aferra a una imágen del pasado, quizás incluso deformada con embellecimiento por dolor y culpas sin resolver.
Le faltó el sentido del "move on" de los Sajones.
Vivir en el pasado tiene la virtud de ver nuestra propia película, pero no tiene caso dejar de vivir la parte actual.
Y comprendo que la vida contiene limitados momentos cumbre, pero no hay que negarnos a tener hoy uno de ellos.
Bravo.
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