Mira, Cristina, yo sé que no vendrá, y lo sé muy bien. ¿Que por qué estoy tan segura? Pues porque hace veinte años le dije que salía a comprar unos zuecos y no volví. En una de sus muchas cartas llegó a preguntarme si había ido a Suecia a comprarlos. Yo no le contestaba. Rompía cada una de sus cartas. Cuando sonaba el teléfono, se ponía mi madre. Y si era él, le decía que aún no había llegado a casa o que estaba de vacaciones en algún país imaginario. Y digo imaginario porque a mi madre nunca se le dio bien la geografía, y no veas tú la de países que inventó durante los seis meses que tardó el chico en darse cuenta de que no volvería a saber de mí. Hasta ayer, claro, que me encontró a través de Facebook. Lo que no sé es por qué he quedado con él después de todas las perrerías que le hice. ¿Que cómo era? Cuando le conocí, él tenía 26 años y yo 19. Me lo presentó mi madre. El chico era “Poeta”. Un enamorado de las letras. Muy buena persona, aunque un poco mema. Le gustaba decir frases solemnes, incluso en verso, y admiraba la naturaleza poniendo los ojos en blanco. Aquello, te lo aseguro, iba tomando muy mal cariz. Por eso, cuando me dijo, y creía que me rendía a sus pies con aquella confidencia, que él se identificaba con la naturaleza, le ayudé a conseguirlo. Ni más ni menos. Cuando íbamos por ahí, gritaba como ñoño perdido: “Oh, amada mía, mira, un árbol”. Y venga y dale: “Oh, un puente”. Y yo: “Sí, hijito, sí, y de piedra”. Unos pasos más allá: “Oh, un torrente se escucha”. “Sí, rico, sí, tú sí que vas a escuchar un torrente”. Y, claro, yo lo llevé al borde del barranco, y no es que yo lo zambullera, no, es que lo identifiqué con el paisaje. Lanzó un grito de nada, el muy desagradecido. Pero se acabo el asunto. El que hubiera grandes piedras abajo, que no entendían de lirismos, de eso ya no tuve yo la culpa. Éramos novios, sí, pero yo no estaba dispuesta a casarme con la naturaleza entera.
Y ya está. Fin de la historia. Y ahora, amiga, vámonos de aquí. Que yo sé que no va a venir. Sí, mujer, ya sé que hemos quedado a las cinco y sólo son las cuatro y media. ¿Que si tengo remordimientos? Tal vez sí. No estoy segura. Pero aquí estoy, ¿no? Con los ojos pegados en la esquina por donde solía aparecer…
Aniki
31 comentarios:
Breathtaking images . . .
beautiful music to match . . .
your blog takes my breath away.
xo, Wow!
Hola Aniki, puede que le gustara fundirse con las piedras y quiera devolverte el regalo.
Me gustó mucho.
Un abrazo
Curiosa anécdota ;)
Saludos.
Areku Desings
Brush Art Designs
Deviantart
Society6
Oh una Aniki!!!
:)
Besos.
Los poetas sólo sirven para pensar en ellos. Yo es que lo sé de buena tinta ;P
Me ha encantado
Besitos
Concuerdo con Toro. jjeje
Últimamente no hago más que oir hablar de integración. Si tanto amaba la naturaleza, ese empujón tuyo no dejó de ser un gesto altruista y solidario jeje. Y si las piedras ya estaban ahí pues no hay remordimiento que valga.
Luz.
Jajaja, Aniki. Yo hubiera hecho lo mismo. ¿Será por falta de sensibilidad?
;)
Saludos.
Bien hecho!
Un tiro desde el lado de la justicia.
Un abrazo.
Algo tendrá el poeta si se queda mirando a la esquina...
Muy divertido, me ha gustado.
Un beso.
Los poetas son más peligrosos muertos que vivos.
En calidad de poetastro de tercera división, jamas declino lo que escribo pues mi voz de asustaría a las piedras; y mis versos solo eran queridos y esperados por personas para las que no están escritos y las verdaderas destinatarias simplemente los quemaron en una hoguera, ¿debo pues preocuparme por verme tan cerca del próximo acantilado?
Que dura es la vida del patoso, pero hasta ellos/nosotros aprendemos.
Besotes frecos y digo frescos por eso de "la caló".
Claro mujer solo conmigo solo yo tu amante.
Federica
A vuelto la Aniquiladora que tanto eché de menos. Quédate. Un abrazo.
¿Que te hizo volver a quedar con él?...¿Quizás tu ego?...¿ver si habia cambiado?...¿o querer sentirte de nuevo centro de esa persona?
Un relato muy bien llevado...espero que cuando llegara, salieras de la esquina.
un besote.
la mujer del poeta, que viaja lejos para acercarse. El tiempo en ella es solo una excusa para girar en una esquina y besar
mi beso.
jaja! exelente!! una actuacion poetica la suya!
PD: Nada como Facebook para acortar distancias, espacios e individualidades!
besos!
Malo es reponer
lo que se rompió en camino"
Al vate le sobraron prendas
para entretenerse es naderías.
'Peligro, peligro, poeta tuyo'
No tu relato, excelente.
Saludos, abrazos, Ani-ki
Vengo llegando a su blog. Me encanta el tono literario que tiene y su manera de comunicar sus impresiones o sus emociones, que igual viene siendo. Como me ha gustado, me he apuntado como seguidor de su blog, la espero de vuelta en el mío y quedar enlazados por esta ruta de amistad.
Me gustan tus dibujos de rimas y versos para vestir una historia.
Saludos!
Las más bellas historias de amor se han soñado al borde de un barranco y se han escrito mientras se descendía...
Un beso, Aniki.
creo que eres tú más poeta que el.
sólo te ganó en el momento que se convirtió en piedra,y dijó:
!!!VALLA OSTIA!!!
Potencialmente heróico... las metes que juegan a la estrategia, sin más y por ende a los poetas malogra, adicción fatal para los que necesitan musas escurridizas para hacer elegías...
Me ha gustado mucho volver y pasar por aquí a leerte. Sigo y leo. Besos!
Buen manejo del humor y la ironía. NO sé...pero en primer persona los relatos suenas tan familiares, que ensalman, y este atrapa. Más en ese tono coloquial...UN abrazo. carlos
Buen relato, muy dinámico.
Algo dejó el poeta memo por tus rincones, seguro...
Un abrazo.
Muy bien dicho .
Mejor que no venga, mejor...
Una gran historia, gracias por la sonrisa
Amores imposibles más allá de la cabezonería de un loco.
Buenas noches, Aniki:
He llegado leyendo hasta aquí, desde la última entrada-del 9 del 6-.
Este relato es genial!
No he leído comentarios pero seguiré, ...mañana.
Saludos
No vino nunca y tú le esperaste en vano, titi. ¡Joróbate! Sólo le oías y no eras consciente de lo que te perdías entonces por no prestar atención a lo más importante de un poeta. ¿Qué es lo más importante de un poeta? ¡Además, rima con poeta! La bra... Una pista para ti, tontaina: Esa parte del pantalón masculino donde va una cremallera o unos botones, muy cerca de los... ¡También rima, lo que está detrás, con botones! ¡Qué gran poeta era, coño!¡Y tú, haciéndote la estrecha! ¡No ves que estabas encendiendo la mecha!
Se cayó por el barranco, pero sólo se quedó manco. The End Fin de la película porno.
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