miércoles, 5 de mayo de 2010

Inocencia


El pájaro enjaulado nunca se olvidará del cielo.
Cada cual permanece nostálgico de su verdadero hogar,
el lugar dónde su naturaleza ha decidido que debe estar.
El hombre nace en estado de inocencia.
Su naturaleza original es el amor, la gracia y la pureza.
Pero aún así emigra con gran ligereza.
¿No es esto más triste que lo del pájaro?.
HAN SHAN.

13 comentarios:

José Antonio Fernández dijo...

Una reflexión muy acertada. Así es, al hombre no le va bien hacerse mayor. Se estropea.
un abrazo.
Ah, una foto preciosa.

Anónimo dijo...

Hay tantas cosas que nos esperan, aun aparentamos ser jovenes, y aun no sabemos lo que vendra mañana..

Mahatma Gandhi: Es un gran privilegio haber vivido una vida difícil.

TORO SALVAJE dijo...

Muchísimo más triste.
Nos marchitamos.

Besos.

César Sempere dijo...

Gran verdad, nos alejamos nosotros mismos de nuestra ubicación natural. El pájaro ha sido secuestrado. Nosotros nos enjaulamos solos.

Besos,

Vasdelao dijo...

Como luego resulte que seas tu Federica, que ahora me chantajea para que publique versos.
La jaula la vas a ver toda tu vida por dentro.
Que mas quisiera, que enjaular tu alma y tu deseo como la vida que late en ese cuerpo.
Besos.
Kasi

josef dijo...

Bonita reflexión y preciosa imagen de mujer embarazada...
besos.

SEÑOR DE LA HISTORIA dijo...

BELLA DAMA..LAS PERSONAS ESTAMOS CREADAS PARA VIVIR SIN JAULAS CONDENATORIAS IGUAL QUE LOS PAJAROS.CON LA INOCENCIA DEBERIA INCORPORARSE YA EL PENSAMIENTO QUE NOS DIJESE QUE LA LIBERTAD DEBEMOS CUIDARLA POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS Y NO ENCERRARNOS EN LA MENTE DE SER COMO UN POBRE PAJARILLO QUE VIVE ENJAULADO POR EL SIMPLE ECHO DE GUSTAR A LAS PERSONAS. NOBLE SEÑORA..SUS PALABRAS SON EL DELEITE DE MI PERSONA AL IGUAL QUE LA IMAGEN. UN NOBLE BESO Y QUEDE CON DIOS.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Quién sabe si de verdad nacemos inocentes.
Saludos.

Valaf dijo...

Sempre m'he preguntat a quina banda dels barrots es troba la llibertat.

Un petó

Nuevo Ícaro dijo...

Tengo serias dudas acerca de la inocencia del hombre en su concepción. Tal vez seamos sólo cactus, cuyas espinas al nacer aún no pinchan, y que éstas se van haciendo fuertes al "madurar".
Aunque yo sólo sé que no sé nada.
¿Y cómo lo sabes?
No lo sé.

Saludos.

thot dijo...

Realmente precioso y digno de una profunda meditación. Sí es más triste que el caso del pájaro y la inocencia del niño dura tan poco....
Un abz.

Dario dijo...

http://oaska.blogspot.com/
Darío

SOMMER dijo...

Verdades como puños... Triste, pero cierto...